viernes, 20 de diciembre de 2013

130km/h ESPAÑA-ITALIA-FRANCIA

   Hoy día 18 de diciembre de 2013 el Parlamento Español ha aprobado una medida por la que en ciertos tramos de la red de autopistas se podrá circular a 130km/h. Este cambio ha suscitado opiniones positivas (algo beneficioso) y negativas (mayor riesgo vial).

   En estos momentos, me encuentro en las afueras de un pueblo de la periferia de Milán. He llegado hasta aquí después de un largo viaje en coche de 14h y dos fronteras. Además, me estoy hospedando en el Hotel San Siro de 4 estrellas, al cual se le caen entre 4 y 5. Entre otros detalles, el mini-bar que es de tamaño considerable dispone, en exclusiva, de dos botellas de agua mineral, siendo estas de marca blanca. El secador de pelo parece haber existido, pero ya no se encuentra en la habitación. A esto se le puede sumar el hecho de tener que pagar 9 euros por 24h de WIFI y otros tantos por aparcar aquí, en medio de la nada.
Saliendo de Bilbao sobre las 9 de la mañana todo ha ido sobre ruedas debido a que las carreteras resultaban conocidas y la circulación amigable (dentro de mis consideraciones). Aproximadamente 1 hora después, a la altura de Irún, hemos cruzado la frontera franco-española y el paisaje automovilístico ha sufrido un cambio a mejor: las carreteras se han anchado y las autopistas en muchos tramos eran de 4 carriles. También, las áreas de descanso o “aires” en francés disponían de espacio más que de sobra para coches y camiones. En ellas había gasolinera, restaurante, merendero y baños públicos en buen estado. Si hacemos una comparación con las áreas de descanso españolas, la diferencia es considerable. A parte del buen estado de las carreteras, en la mayoría de los tramos el limite de velocidad era de 130km/h y los conductores muy respetuosos con los demás vehículos y las normas de circulación. Considerablemente mejor que las autopistas españolas.

    Después de varias horas conduciendo por la autopista y dejando atrás ciudades como Tulousse, Marsella y Mónaco hemos atravesado la frontera franco-italiana. Esta frontera está situada en una cadena montañosa. Se encuentra menos señalizada que la franco-española, pero el cambio es mucho más notorio. Estando aún en Francia empiezas a atravesar túneles y túneles, después de un túnel y un cartel, más pequeño que el que anuncia una Comunidad Autónoma en España, entras en otro túnel territorio italiano. Esto lo puedes percibir porque aunque el límite de velocidad siga siendo 130 km/h el estado de las carreteras sufre un deterioro considerable, los arcenes desaparecen y aunque la autopista sea de pago, los carriles son estrechos y en la mayoría de los tramos no hay más de dos. Las áreas de descanso son algo así como un arcén de 20 metros de largo mal señalizado y los conductores, conduzcan lo que conduzcan, se comportan como si estuvieran manejando un Ferrari por el circuito de Mónaco. Con esto quiero decir que el respeto por los límites de velocidad y las normas viales es de la misma calidad que el Hotel en el que me encuentro.


   Cuando entré a Francia pensé que los conductores españoles eran malos, la DGT poco exigente y las autopistas una “chapuza” minimalista. Pero ahora que estoy en Italia creo que aparte de que en España la gente conduce bien, las autopistas son buenas. Después de lo visto creo que podríamos poner en la M-30 un límite de 130km/h. Ya que hacemos la competencia a Italia en corrupción, por qué no hacérsela en muertos en accidentes de tráfico. Pese a que está comprobado que la siniestralidad se reduce bajando los límites de velocidad algunos se esfuerzan por copiar lo malo antes que lo bueno.

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